OIT: El desempleo y los déficits de trabajo decente permanecerán elevados en 2018

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El informe de referencia de la OIT muestra que si bien la tasa de desempleo mundial se está estabilizando, el desempleo y los déficits de trabajo decente se mantendrán a niveles persistentemente altos en muchas regiones del mundo.

GINEBRA/DAVOS (OIT Noticias) – A medida que la economía mundial se recupera, la población activa continúa aumentando, y por ello en 2018 el desempleo mundial debería mantenerse al mismo nivel del año pasado, señala un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Según el informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo – Tendencias 2018 , la tasa de desempleo mundial se estabilizó después de un incremento en 2016. Se calcula que en 2017 se situó en 5,6 por ciento, con un número total de desempleados superior a 192 millones.

Dado quelas perspectivas económicas mundiales a largo plazo siguen siendo moderadas a pesar que hubo un mayor crecimiento del previsto en 2017, el informe atribuye la tendencia positiva registrada entre 2017 y 2018 al buen desempeño de los mercados laborales en los países desarrollados, donde la tasa de desempleo debería disminuir otros 0,2 puntos porcentuales en 2018 para llegar a 5,5 por ciento, una tasa inferior a los niveles anteriores a la crisis.

Por el contrario, se estima que el crecimiento del empleo no será suficiente para absorber el aumento de la fuerza de trabajo en los países emergentes y en desarrollo, aunque la situación ha mejorado en relación a 2016.

“Aún cuando el desempleo mundial se ha estabilizado, los déficits de trabajo decente siguen estando muy extendidos: la economía mundial todavía no crea empleos suficientes. Es necesario desplegar esfuerzos adicionales a fin de mejorar la calidad del empleo para las personas que trabajan y garantizar que las ganancias del crecimiento sean distribuidas equitativamente”, declaró el Director General de la OIT, Guy Ryder.

El empleo vulnerable aumenta y el ritmo de la disminución de la pobreza laboral disminuye

El informe pone de manifiesto que los importantes progresos alcanzados en el pasado en la reducción del empleo vulnerable se han estancado a partir de 2012. Esto significa que se cerca de 1.400 millones de trabajadores ocupaban un empleo vulnerable en 2017, y se prevé que otros 35 millones se sumen a ellos para 2019. En los países en desarrollo, el empleo vulnerable afecta a tres de cada cuatro trabajadores.

Como dato más positivo, el informe señala que la pobreza de los trabajadores sigue disminuyendo en los países emergentes, donde se estima que el número de personas que viven en condiciones de pobreza extrema debería alcanzar los 176 millones en 2018, lo cual equivale a 7,2 por ciento de todas las personas empleadas.

“Sin embargo, en los países en desarrollo los progresos para reducir la pobreza de los trabajadores son demasiado lentos para compensar el crecimiento de la fuerza de trabajo. En los próximos años, se estima que el número de trabajadores que viven en pobreza extrema se mantendrá por encima de 114 millones, afectando a 40 por ciento de las personas con un empleo en 2018”, explicó el economista de la OIT Stefan Kühn, principal autor del informe.

Los autores destacaron además que las tasas de participación femenina se mantienen muy por debajo a las de los hombres. Además, es más probable que las mujeres tengan empleos de menor calidad y reciban salarios más bajos.

Mirando al futuro, los cambios estructurales y el envejecimiento aumentarán la presión sobre los mercados laborales

Al analizar los cambios en la composición sectorial del empleo, el informe constata que el sector de los servicios será el principal motor del futuro crecimiento del empleo, mientras que sigue disminuyendo en la agricultura y en la manufactura.

Dado que el empleo vulnerable e informal prevalece tanto en la agricultura como en los servicios de mercado, los cambios del empleo previstos entre un sector y otro podrían tener sólo un potencial limitado para reducir los déficits de trabajo decente, si no están acompañados por grandes esfuerzos políticos para estimular la calidad de los empleos y la productividad en el sector de los servicios.

El informe también analiza la influencia del envejecimiento de la población. Muestra que el crecimiento mundial de la fuerza de trabajo no será suficiente para compensar la rápida expansión de la población de jubilados. La edad promedio de la población activa debería pasar de un poco menos de 40 años en 2017 a más de 41 años en 2030.

“Además del desafío que representa un número creciente de jubilados para los sistemas de pensión, una fuerza de trabajo cada más vieja también podría tener un impacto directo sobre los mercados laborales. El envejecimiento podría mermar la productividad y ralentizar los ajustes del mercado laboral después de las crisis económicas”, declaró el Director interino del Departamento de Investigación, Sangheon Lee.

Principales conclusiones regionales

África del Norte

  • La tasa de desempleo debería disminuir de 11,7 por ciento en 2017 a 11,5 por ciento en 2018.
  • El número de personas desempleadas se mantiene estable en 8,7 millones en el contexto de un fuerte crecimiento de la mano de obra.
  • A nivel mundial, la región registra la tasa de desempleo más alta debido a las grandes carencias de empleo para los jóvenes y las mujeres, quienes están significativamente sobrerrepresentados entre los desempleados.

África Subsahariana

  • La tasa de desempleo debería llegar a 7,2 por ciento, permaneciendo básicamente inalterada.
  • El número de desempleados debería aumentar en 1 millón debido a las altas de crecimiento de la fuerza de trabajo en la región.
  • Más de uno de cada tres trabajadores vive en condiciones de pobreza extrema, mientras que casi tres de cada cuatro trabajadores ocupan un empleo vulnerable.

América del Norte

  • El desempleo debería pasar de 4,7 por ciento en 2017 a 4,5 por ciento en 2018.
  • Este es el resultado de una disminución de las tasas de desempleo en Canadá y Estados Unidos.

América Latina y el Caribe

  • La tasa de desempleo debería descender sólo marginalmente, pasando de 8,2 por ciento en 2017 a 7,7 por ciento de aquí a 2019.
  • Habida cuenta que la tasa regional de desempleo era tan sólo de 6,1 por ciento en 2014, la región todavía está lejos de recuperarse completamente de la pérdida de puestos de trabajo registradas en los últimos años.

Estados Árabes

  • La situación del mercado laboral debería mantenerse relativamente estable, con una tasa de desempleo regional que debería disminuir ligeramente para llegar a 8,3 por ciento en 2018 y aumentar nuevamente en 2019.
  • Casi 5 millones de personas estarán desempleadas en 2018, con las mujeres representando casi una tercera parte de los desempleados a pesar que constituyen sólo 16 por ciento de la fuerza de trabajo regional.

Asia y el Pacífico

  • El desempleo debería mantenerse a un nivel bajo en relación al patrón internacional y más bien estable a lo largo del período considerado, en 4,2 por ciento.
  • Esto se debe en gran medida a que se espera que la región siga creando empleos a un ritmo rápido.
  • El número de personas empleadas debería crecer en unos 23 millones entre 2017 y 2019.
  • El empleo vulnerable afecta a casi la mitad de todos los trabajadores en la región, es decir más de 900 millones.

Europa Septentrional, Meridional y Occidental

  • Gracias a una actividad económica mejor de la prevista, se estima que la tasa de desempleo disminuyó de 9,2 en 2016 a 8,5 en 2017, el nivel más bajo desde 2008.
  • Las mayores reducciones en las tasas de desempleo, del orden de 2 puntos porcentuales, debería registrarse en España y Grecia (15,4 por ciento y 19,5 por ciento respectivamente en 2018).
  • La tasa de desempleo debería seguir disminuyendo también en Italia, Irlanda y Portugal, pero a un ritmo más lento que durante el período 2015-2017.
  • Debería permanecer estable en Francia y el Reino Unido, aunque en este último país se estima que aumenté ligeramente en 2019.

Europa Oriental

  • A medida que el crecimiento económico se recupera de manera considerable, la tasa de desempleo debería disminuir, pero sólo moderadamente, pasando de 5,5 por ciento en 2017 a 5,3 por ciento en 2018.
  • Esto refleja el descenso de las tasas de desempleo en países como Polonia, Ucrania y Eslovaquia, cuyo impacto es atenuado parcialmente por las previsiones de un aumento del desempleo en la República Checa.

Asia Central y Occidental

  • La recuperación relativamente fuete del crecimiento económico se está traduciendo en una disminución del desempleo sólo de manera parcial. La tasa de desempleo regional debería permanecer en alrededor de 8,6 por ciento durante 2018 y 2019.
  • El empleo vulnerable se mantiene persistentemente alto, afectando a más de 30 por ciento de los trabajadores en 2017, pero se estima que disminuirá un poco durante 2018 y 2019 (0,6 puntos porcentuales).

 


Una metodología y datos perfeccionados
Las estimaciones mundiales del desempleo y la pobreza de los trabajadores han sido revisadas en el informe 
Perspectivas sociales y del empleo en el mundo – Tendencias 2018 gracias a mejoras relativas a los datos y a las metodologías de estimación, pero las cifras siguen siendo comparables y las tendencias son coherentes ya que esta nueva metodología se aplica también a los años anteriores.

“El perfeccionamiento de la metodología es parte de los esfuerzos continuos de la OIT dirigidos a mejorar la precisión y comparabilidad de los indicadores en todos los países y las regiones”, declaró Steven Kapsos, jefe de la Unidad de producción y análisis de datos de la OIT.

“Si bien el número de desempleados se ha revisado a la baja en comparación con los presentados en el informe de 2017, esa revisión ha sido el resultado del uso de datos y estimaciones mejorados. Las nuevas cifras no reflejan una mejoría del mercado laboral mundial mejor de lo esperado ni tampoco un descenso relevante de las cifras de desempleo», dijo Stefan Kühn.

Fuente: http://www.ilo.org/

La débil recuperación del mercado laboral juvenil exige una respuesta radical

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A pesar de una reducción significativa del desempleo juvenil desde el momento más difícil de la crisis económica en 2009, la persistencia del desempleo y la falta de oportunidades de empleos de calidad siguen obstaculizando la búsqueda de trabajo decente de los jóvenes.

GINEBRA (OIT Noticias) – Los jóvenes representan más de 35 por ciento de la población desempleada del mundo en 2017, según las últimas estimaciones. La tasa de desempleo juvenil de 13 por ciento en 2016, subirá a 13,1 por ciento este año, dice el informe Tendencias mundiales del empleo juvenil 2017  (Resumen ejecutivo).

La cifra estimada de 70,9 millones de jóvenes desempleados en 2017 constituye una mejora substancial en relación al nivel más alto de la crisis, de 76,7 millones en 2009. Pero se prevé que este número aumente en otros 200.000 en 2018, para llegar a 71,1 millones.

A nivel mundial, el considerable aumento de las tasas de desempleo juvenil entre 2010 y 2016 en África del Norte, los Estados Árabes, y América Latina y el Caribe, ha sido contrarrestado por las mejoras en el mercado de trabajo de los jóvenes en Europa, América del Norte y África Subsahariana.

El crecimiento económico mundial sigue estado desconectado del crecimiento del empleo, y la inestabilidad económica amenaza con revertir los logros alcanzados en materia de empleo juvenil. La relación de las tasas de desempleo jóvenes-adultos apenas ha cambiado a lo largo de la última década, reflejando las profundas y extensas desventajas de los jóvenes en el mercado de trabajo.

El informe señala además las persistentes vulnerabilidades que afectan a las mujeres jóvenes en el mercado laboral. En 2017, la tasa mundial de participación de las mujeres en la fuerza laboral es 16,6 puntos porcentuales inferior a la de los hombres jóvenes. Las tasas de desempleo de las mujeres jóvenes son además significativamente más altas que las de los hombres jóvenes, y la brecha de género en la tasa de jóvenes que no trabajan, no estudian, ni reciben formación es aún más amplia. A nivel mundial, esta tasa es de 34,4 por ciento entre las mujeres jóvenes, frente a 9,8 por ciento entre los hombres jóvenes.

Es fundamental hacer frente a estos persistentes desafíos sociales y del mercado laboral que enfrentan los jóvenes, mujeres y hombres, no sólo para alcanzar el crecimiento sostenible e inclusivo sino también para el futuro del trabajo y la cohesión social.»

Deborah Greenfield, ILO Deputy Director-General for Policy

En 2017, 39 por ciento de los trabajadores jóvenes en el mundo emergente y en desarrollo – 160,8 millones de jóvenes – viven la pobreza extrema o moderada, es decir con menos de 3,10 dólares al día. Hoy día, más de dos de cada cinco jóvenes de la población activa están desempleados o son trabajadores pobres, una dramática realidad que tiene un impacto en todas las sociedades del mundo.

Para muchos de estos jóvenes, su presente y su futuro se encuentran en la economía informal. A nivel mundial, tres de cada cuatro mujeres y hombres jóvenes, están empleados en la economía informal, frente a tres de cada cinco adultos. En los países en desarrollo, esta relación es tan alta como 19 de cada 20 mujeres y hombres jóvenes.

Por consiguiente, el desafío del empleo juvenil no consiste sólo en crear empleos, sino también – e incluso más – en la calidad del trabajo y el empleo decente para los jóvenes.

“Es fundamental hacer frente a estos persistentes desafíos sociales y del mercado laboral que enfrentan los jóvenes, mujeres y hombres, no sólo para alcanzar el crecimiento sostenible e inclusivo sino también para el futuro del trabajo y la cohesión social”, declaró Deborah Greenfield, Directora General Adjunta de Políticas de la OIT.

Otras conclusiones

El informe constata además que entre los sectores que registraron la mayor tasa de crecimiento del empleo juvenil en las últimas décadas figuran las finanzas, el comercio y la salud. Los jóvenes tienen relativamente mayor facilidad con la tecnología que los trabajadores mayores y cada vez más la aprovechan para ganarse la vida, aunque hay diferencias entre una región y otra en función de la difusión y el acceso digital.

Las competencias requeridas también están cambiando. Se constata una disminución en la demanda las competencias de nivel medio mientras que la de trabajadores altamente calificados y poco calificados está aumentando, lo cual contribuye con una mayor polarización del mercado de trabajo. La demanda por jóvenes muy calificados ha aumentado considerablemente en los países de altos ingresos, mientras que en los países emergentes y en desarrollo el aumento se refiere a los trabajadores poco calificados. El empleo de los jóvenes semicalificados se contrajo en la mayoría de los países en todos los niveles de desarrollo. Esta tendencia hacia la polarización del empleo podría acentuarse con las nuevas tecnologías y exacerbar las desigualdades existentes.

Un número creciente de jóvenes en busca de trabajo y de jóvenes emprendedores se dirigen a Internet – es decir, la economía de las plataformas y de las ocupaciones transitorias – donde encuentran nuevas y diversas formas de empleo, como el trabajo de colaboración horizontal por Internet, que pueden ofrecer flexibilidad y ampliar las oportunidades de generar un ingreso. Sin embargo, existen riesgos importantes como los bajos ingresos, la falta de garantía de continuidad del empleo o el ingreso, y la falta de acceso a las prestaciones sociales relacionadas con el trabajo.

Los jóvenes con frecuencia comienzan su vida laboral en empleos temporales sabiendo que es posible que no llegarán nunca a obtener la “seguridad del empleo”. Los jóvenes tienen mayores probabilidades de pasar a un empleo estable y satisfactorio en las economías desarrolladas y emergentes que en los países en desarrollo. Es esencial invertir más en la educación de calidad y en el desarrollo de competencias, ya que el informe constata que mientras más tiempo una persona joven estudia, más breve será su período de transición hacia el empleo.

El informe hace un llamado a favor de políticas que tengan en cuenta los rápidos cambios en el contorno del mundo del trabajo impulsados por la tecnología y que permiten a las mujeres y hombres jóvenes estar un paso adelante.

“Invertir en mecanismos de aprendizaje permanente, en las competencias digitales y en las estrategias sectoriales que amplíen la creación de empleos decentes y hagan frente a las vulnerabilidades de las personas más desfavorecidas deberían ser las prioridades de las políticas nacionales”, declaró Azita Berar Awad, Directora del Departamento de Política de Empleo de la OIT .

El informe recomienda la creación de asociaciones en el marco de la Iniciativa Global sobre Empleo Decente para los Jóvenes , la plataforma mundial para intensificar la acción a favor del empleo juvenil en apoyo a la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible .
Fuente: http://www.ilo.org/

Estrés relacionado al trabajo: ¿cuál es el impacto en los servicios públicos?

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En la siguiente entrevista, la Secretaria General de la Internacional de los Servicios Públicos (ISP), Rosa Pavanelli, explica cómo los trabajadores y trabajadoras de los servicios públicos son afectados por el estrés. Ella también subraya el rol de los sindicatos para apoyar a los/as trabajadores/as de los servicios públicos contra el estrés y cómo pueden trabajar con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para prevenir y lidiar con el estrés relacionado al trabajo.

ACTRAV INFO: Este año, “Estrés en el Lugar de Trabajo: un desafío colectivo”  es el tema del informe de la OIT para el Día Mundial de la Salud y Seguridad en el Trabajo. ¿Cómo afecta el estrés a los/as trabajadores/as de los servicios públicos?

Rosa Pavanelli: Hay diferentes causas de estrés a las que están expuestos los/as trabajadores/as de los sectores públicos. La causa más común es la creciente reducción de personal que afecta a todos los sectores de servicios públicos. Las políticas de austeridad, el dogma de “lo privado es mejor” y los cortes en el gasto público han reducido el número de trabajadores/as en todos los servicios públicos. Eso está poniendo presión sobre los/as trabajadores/as, que tienen que hacer más con menos.

La ideología de la privatización y de la competencia está poniendo énfasis en la cantidad de entrega y en los presupuestos de los servicios más que en la calidad, haciendo de esta manera que el futuro sea incierto para muchos/as trabajadores/as. Los políticos y elaboradores de políticas deberían saber que el enfoque orientado a los negocios y el mantra de invertir-1-dólar-para-hacer-2 no funcionan para los servicios públicos, que necesitan ser de calidad y universales para todos.

Otra razón es que el carácter de los sectores más importantes, tales como salud y seguridad social, educación, servicios de seguridad y emergencia, es altamente intensivo en trabajo e implica relaciones personales, incluido el contacto físico, con los usuarios. Este es un factor fundamental de estrés, que a menudo conduce a enfermedades y fatiga mental de muchos profesionales en los servicios públicos (por ejemplo, enfermeras, médicos, bomberos, docentes, cuidadores, carceleros, al igual que inspectores laborales y fiscales). La responsabilidad por vidas humanas es asimismo una importante causa de estrés generalmente ignorada por los empleadores y usuarios.

Por último, pero no menos importante, la violencia de terceros a la que están sujetos los/as trabajadores/as de los servicios públicos, más que los/as trabajadores/as de otros sectores industriales.

ACTRAV INFO: ¿Cuál es el impacto del estrés en los servicios públicos?

El impacto más común del estrés en los servicios públicos el la falta de motivación de los/as trabajadores/as y de orgullo en su misión, además de un evidente impacto en la calidad de los servicios brindados a las personas y a la comunidad. En el área de la salud y asistencia social, así como en todos los servicios de emergencia en casos de desastres y epidemias, el contacto permanente con el sufrimiento, y la responsabilidad por responder a la urgencia es a menudo causa de depresión y fatiga. Más aún, los/as trabajadores/as del servicio público están muchas veces afectados por condiciones de trabajo peligrosas que ponen sus vidas en riesgo para salvar otras vidas y el sentimiento de permanente inseguridad es un evidente factor de estrés. 

ACTRAV INFO: ¿Cómo están los sindicatos ayudando a los/as trabajadores/as a combatir el estrés relacionado al trabajo en los servicios públicos?

Los sindicatos apoyan a los/as trabajadores/as contra el estrés relacionado al trabajo primeramente luchando para obtener el pleno reconocimiento de los derechos de los/as trabajadores/as a la negociación colectiva sobre capacitación, condiciones de trabajo, prevención de accidentes y enfermedades y en Salud y Seguridad en el trabajo. En segundo lugar, haciendo cabildeo ante los gobiernos para que dejen de cortar gastos públicos y, en lugar de ello, inviertan en servicios públicos de calidad. En tercer lugar, tratando de involucrar a los usuarios, ciudadanos y a la comunidad para que reconozcan y aprecien el rol fundamental de los trabajadores de los servicios públicos a la hora de proteger a las personas y al ambiente, de servir al interés general en lugar de a la ganancia, de defender el bienestar de todos. Esto es crucial para fortalecer la autoestima de los/as trabajadores/as y la consciencia del valor social de su trabajo.

ACTRAV INFO: ¿Cómo puede la OIT trabajar con los sindicatos en la prevención y manejo del estrés relacionado al trabajo?

La implementación de las regulaciones y normas de protección laboral existentes es crucial. El reconocimiento del derecho de los/as trabajadores/as de organizarse y negociar colectivamente en todos los sectores, incluidos todos los servicios públicos, es el primer paso hacia un ambiente de trabajo saludable y libre de estrés.

Enfrentar todos esos factores relacionados al estrés es también fundamental y, en ese sentido, la revisión de la Recomendación del Empleo (transición de la guerra a la paz), No. 71 , ofrece una oportunidad para OIT de hacer frente a algunos de esos puntos, al menos en esas situaciones. Pero esos derechos y protecciones también deberían extenderse a otros trabajadores y trabajadoras, por ejemplo a aquellos implicados en actividades de emergencia, y necesitamos normas de la OIT y políticas públicas y legislación para ellos, no iniciativas privadas que desmantelarán las regulaciones de Salud y Seguridad Ocupacional que ya existen. Hay que apoyar, igualmente, el rol de los/as trabajadores/as de los servicios públicos en alcanzar los ODS e invertir en los servicios públicos en lugar de cortar sus fondos.

Fuente: http://www.ilo.org/

Cómo ubicar a más jóvenes en empleos de más calidad

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Una nueva publicación de la OIT gira en torno al problema mundial del desempleo juvenil y propone políticas para crear más empleos decentes para jóvenes de uno y de otro sexo.

Niall O’Higgins, Especialista Superior de la OIT en Investigación, Programa de Empleo Juvenil

Las personas jóvenes que se incorporan en esta época al mercado de trabajo se enfrentan a la tarea titánica de encontrar un empleo decente y de mantenerlo cuando lo han logrado. Las tasas de desempleo vuelven a aumentar, y lo mismo ocurre con el trabajo informal, temporal, y otras formas atípicas de empleo. De hecho, dos de cada cinco mujeres y hombres jóvenes en el mundo están desempleados, o trabajan pero son pobres.

¿Cómo podemos dar un giro a estas tendencias? Es una pregunta que otros autores y yo tratamos de responder en una nueva publicación de la OIT: Rising to the youth employment challenge: New evidence on key policy issues . Esta obra, la última de una serie que la OIT ha producido sobre las tendencias y políticas en materia de empleo juvenil en los últimos años, analiza nuevos datos sobre las medidas de promoción del empleo juvenil, desde la creciente tendencia de las microempresas emergentes, hasta el éxito de las políticas macroeconómicas.

El análisis realizado en esta obra demuestra que los gobiernos pueden intervenir efectivamente para impulsar el empleo juvenil y reducir el desempleo de los jóvenes aplicando medidas en el nivel macroeconómico. Por ejemplo, en periodos de ralentización del ciclo económico, ampliar el gasto público –mediante la introducción del empleo subvencionado a gran escala– es una herramienta de política útil para promover el empleo de los jóvenes.

No obstante, la eficacia de estas medidas depende de que las finanzas públicas estén relativamente en buena situación. Así, cuando comienza la recesión, la expansión fiscal debería aplicarse inmediatamente, antes de que la propia crisis económica provoque un empeoramiento significativo del equilibrio presupuestario.

Un ejemplo de los planteamientos de este tipo es el programa Garantía Juvenil, presentado por la Unión Europea en 2014. La idea es proporcionar educación, capacitación y trabajo de calidad a la gente joven que no trabaja ni recibe formación. Por naturaleza, este programa es anticíclico: se amplía durante las bajadas del ciclo económico, cuando el desempleo juvenil tiende a aumentar.

Subvenciones a las empresas para estimular el empleo de los jóvenes

Los programas del estilo de Garantía Juvenil, que prevén subvenciones a las empresas que contratan a personas jóvenes, pueden estimular el empleo juvenil.
Sin embargo, el diseño es decisivo. Los datos expuestos en la obra indican claramente que la eficacia a largo plazo de los programas de subsidios salariales en gran medida depende de que se incorporen elementos que fomenten la adquisición formal o informal de calificaciones o competencias profesionales para el empleo entre las personas jóvenes. Los programas tienen que prolongarse el tiempo suficiente para que los participantes desarrollen competencias relacionadas con el empleo y “se pongan a prueba” en el entorno laboral específico. Además, las subvenciones han de ser lo suficientemente generosas para atraer a las empresas. Serán provechosas si se destinan a grupos concretos de personas jóvenes –por ejemplo, los que corren riesgo de convertirse en desempleados de larga duración. Y algo más importante aún: deben bloquear la sustitución de los trabajadores existentes por nuevos contratados o por gente joven subvencionada. Este tipo de subsidios salariales son particularmente útiles en épocas de recesión, cuando la demanda de empleo es baja.

¿El salario mínimo reduce significativamente el empleo juvenil?

La respuesta es breve: no. Un análisis detenido de los datos indica que, en la gran mayoría de los casos, el efecto del salario mínimo es escaso o nulo en el empleo de este grupo. Además, el posible efecto de desaliento puede reducirse reforzando la legislación de protección del empleo. La pregunta pertinente no es tanto si necesitamos más o menos regulación, sino más bien cómo combinar productivamente las instituciones del mercado laboral.

Otro mensaje importante dimanante del análisis concierne a la necesidad de centrarse en la promoción del empleo independiente de calidad y en el espíritu empresarial. Si bien el recurso al empleo independiente suele ser un mecanismo paliativo para las personas y las familias que carecen de otras posibilidades, de ningún modo es una opción universalmente negativa. También queda claro que los programas de fomento de la iniciativa empresarial no pueden por sí solos solucionar el problema de promover el trabajo decente para los jóvenes; sin embargo, pueden ser un complemento útil de otros programas activos del mercado de trabajo, como las subvenciones salariales y la formación.

En los países de ingreso alto, para los jóvenes, la vía hacia el trabajo suele suponer puestos temporales y/o aprendizajes a menudo no remunerados. En los países de ingreso bajo e ingreso medio, tres de cada cuatro personas jóvenes tienen un empleo informal y carecen de acceso a las protecciones y prestaciones relacionadas con el empleo normales para un trabajador formal; no tienen derecho a las prestaciones por desempleo, a la pensión de jubilación ni al seguro de salud.

Para las personas jóvenes con un nivel de instrucción sumamente alto, el trabajo temporal o informal puede representar un primer paso en el trayecto hacia un empleo de mejor calidad. Para otros, especialmente los que tienen un nivel de instrucción bajo, con demasiada frecuencia constituye una trampa.

Nuestro análisis revela que unas políticas laborales más sagaces pueden ayudar a evitar esa situación. Por ejemplo, los programas activos del mercado de trabajo pueden tener un papel fundamental para formalizar el empleo; supeditar la asistencia financiera del Estado al trabajo asalariado o independiente al registro legal de ese esta clase de empleos puede hacer del trabajo formal una alternativa atractiva para los jóvenes y las empresas.

Fuente: http://www.ilo.org/

Condiciones laborales continuarían debilitándose en 2017 y desempleo urbano podría superar el 9 por ciento en la región

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América Latina y el Caribe

Nuevo informe CEPAL-OIT indica que el aumento de la desocupación promedio regional en 2016 fue el mayor incremento anual en dos décadas. También se entrega un análisis sobre las características de la inserción de los inmigrantes en el mundo del trabajo.

ANTIAGO DE CHILE (OIT Noticias) – La tasa promedio de desempleo urbano de América Latina y el Caribe volverá a aumentar en 2017 a 9,2%, en un año marcado por un modesto crecimiento económico que no será suficiente para contrarrestar las condiciones de debilidad del mercado laboral, según un nuevo informe dado a conocer hoy por la CEPAL y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En la nueva edición de su publicación conjunta Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe , que analiza el desempeño del mercado laboral regional en 2016, los dos organismos señalan que en ese año la tasa de desempleo urbano aumentó a 8,9% desde el 7,3% de 2015, el mayor incremento anual en más de dos décadas, lo cual ha sido atribuido a la profundización de la crisis económica expresada en un segundo año de contracción del producto interno bruto (PIB).

En vista del modesto crecimiento económico regional de 1,1% que CEPAL y OIT estiman para el presente año, es muy probable que se mantengan las condiciones de debilidad del mercado laboral en 2017, particularmente en lo que se refiere a la creación de nuevos trabajos y a las características de los empleos existentes y futuros.

Específicamente, se proyecta un nuevo, si bien más acotado, aumento de 0,3 puntos porcentuales la tasa de desempleo urbano regional que se ubicaría en el promedio del año en alrededor de un 9,2%, principalmente por la debilidad de la generación de empleo asalariado que incidiría en que la tasa de ocupación (proporción de la población en edad de trabajar que se encuentra ocupada) volvería a caer.

“En vista de que el empleo es la llave maestra para reducir la pobreza y la excesiva desigualdad en la región, las tendencias laborales recientes son altamente preocupantes. En efecto, se han frenado los avances en el combate de estos flagelos, lo que constituye un llamado a duplicar los esfuerzos para ‘promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos’, tal como lo establece el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) N⁰ 8 ”, advierten Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), y José Manuel Salazar, Director Regional de la OIT, en el prólogo del documento.

En 2016, 13 países experimentaron un incremento de la tasa de desempleo urbana, mientras que ocho registraron una caída o mantuvieron el mismo nivel de 2015. Este desempeño contrasta con lo observado en 2015, cuando en ocho países la tasa de desempleo aumentó, mientras que en 13 disminuyó o se mantuvo.

El informe reconoce también un incremento del trabajo por cuenta propia el cual, sobre todo en el contexto de una débil generación de empleo asalariado, se caracteriza por ingresos bajos e inestables. Esto implica un deterioro de la calidad media del empleo, lo cual se refleja también en las bajas (y en varios casos negativas) tasas de crecimiento del empleo registrado y en aumentos salariales más bajos, agrega.

La última edición de Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe recuerda además que un deterioro de las condiciones laborales suele afectar, más que todo, a los grupos vulnerables, entre los cuales se encuentran, a la par de mujeres y jóvenes de bajo nivel de educación, los inmigrantes. Con respecto a estos últimos, utilizando información de los censos de población y encuestas de hogares, se presenta un panorama general de su inserción laboral en los países de la región, tema de creciente relevancia en vista de que la migración intrarregional ha adquirido gran importancia en el contexto de la desaceleración de la emigración hacia otras regiones.

Según el documento, se calcula que 28,5 millones de personas emigraron de sus respectivos territorios de origen en la región alrededor de 2010 (4,8% del total de su población), mientras que los países del continente habían recibido más de 7,6 millones de personas que corresponden a 1,3% de su población. En el documento se diferencia entre los países según las magnitudes y características de la inmigración. Específicamente en aquellos con fuertes flujos migratorios recientes, los inmigrantes tienen ingresos medios más bajos que los de los nativos, sufren elevados niveles de informalidad laboral y poseen una cobertura de seguridad social significativamente más baja que los ocupados nativos, en especial las mujeres migrantes.

En tanto, en casi todas las naciones cubiertas en el estudio (Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, República Dominicana, Uruguay y Venezuela), más de 80% de la población inmigrante económicamente activa proviene de países de la propia región de América Latina y el Caribe, a excepción de los casos de Brasil y México, así como Panamá, en este último país debido a una presencia importante de inmigrantes asiáticos, sobre todo de China e India.

De acuerdo con CEPAL y OIT, los resultados de la investigación subrayan la importancia de fortalecer los mecanismos de integración laboral, para lo cual es indispensable una perspectiva de género. Para ello en el informe también se revisan las políticas requeridas para fomentar la inserción de los trabajadores migrantes a empleos productivos y trabajo decente y los avances recientes en la agenda de desarrollo internacional.

Fuente: http://www.ilo.org/