OIT: Las mujeres siguen teniendo menos posibilidades que los hombres de participar en el mercado de trabajo en gran parte del mundo

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A pesar de notables progresos alcanzados durante los últimos 20 años, las cifras actualizadas de la OIT muestran que persisten las desigualdades entre mujeres y hombres en el acceso al mercado laboral y en las condiciones de trabajo.

GINEBRA (OIT Noticias) – Las mujeres tienen menos posibilidades que los hombres de participar en el mercado de trabajo en gran parte del mundo, según un nuevo estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicado en víspera del Día Internacional de la Mujer (el 8 de marzo).

Según el informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo: Avance global sobre las tendencias del empleo femenino 2018 , la tasa mundial de participación de las mujeres en la fuerza de trabajo – de 48,5 por ciento en 2018 – sigue estando 26,5 puntos porcentuales por debajo de la tasa de los hombres. Además, la tasa de desempleo de las mujeres para 2018 – 6,0 por ciento – es alrededor de 0,8 puntos porcentuales más alta que la de los hombres. Estos datos indican que por cada diez hombres que trabajan, sólo seis mujeres están empleadas.

“A pesar de los progresos alcanzados y de los compromisos asumidos para avanzar más, las perspectivas de las mujeres en el mundo de trabajo aún distan mucho de ser iguales a las de los hombres,” declaró Deborah Greenfield, Directora General Adjunta de Políticas de la OIT.

A pesar de los progresos alcanzados y de los compromisos asumidos para avanzar más, las perspectivas de las mujeres en el mundo de trabajo aún distan mucho de ser iguales a las de los hombres.»

Deborah Greenfield, Directora General Adjunta de Políticas de la OIT

“Ya sea que se trate del acceso al empleo, de la desigualdad salarial o de otras formas de discriminación, es necesario hacer más para revertir esta tendencia persistente e inaceptable, a través de la adopción de políticas dirigidas a las mujeres, tomando también en cuenta las exigencias desiguales que enfrentan en las responsabilidades de cuidado y trabajo en el hogar,” agregó.

Sin embargo, el informe revela grandes diferencias, según la riqueza de cada país.

Por ejemplo, la diferencia entre las tasas de desempleo de las mujeres y los hombres en los países desarrollados es relativamente baja. En Europa Oriental y América del Norte, las mujeres incluso registran tasas de desempleo inferiores a las de los hombres.

Por el contrario, en regiones como los Estados Árabes y África del Norte, las tasas de desempleo femenino siguen siendo dos veces más altas que las de los hombres, a causa de las normas sociales prevalecientes que siguen obstaculizando la participación de las mujeres en el empleo remunerado.

Otro ejemplo de estas diferencias es que la disparidad entre las tasas de participación de hombres y mujeres se está reduciendo en los países desarrollados y en desarrollo, mientras que sigue aumentando en los países emergentes. Sin embargo, esto puede reflejar el hecho del creciente número de mujeres que se incorporan a la educación formal, lo cual retrasa su ingreso al mercado de trabajo.

Con demasiada frecuencia en trabajos informales, no lo suficiente en cargos directivos

El informe muestra además que las mujeres enfrentan importantes déficits en la calidad del empleo. Por ejemplo, en relación a los hombres, las mujeres siguen teniendo el doble de probabilidades de ser trabajadoras familiares no remuneradas. Esto significa que ellas contribuyen a la empresa familiar orientada al mercado, pero con frecuencia están sujetas a condiciones de empleo vulnerables, sin un contrato escrito, sin que se respetan las leyes del trabajo o los convenios colectivos.

Mientras que en los países emergentes la proporción de mujeres trabajadoras familiares no remuneradas ha disminuido en la última década, en los países en desarrollo sigue siendo alta, 42 por ciento del empleo femenino en 2018, frente a 20 por ciento del empleo masculino, sin señales de mejora para 2021.

Como resultado, las mujeres siguen estando sobrerrepresentadas en el empleo informal en los países en desarrollo.

Estas conclusiones confirman además estudios anteriores de la OIT que advirtieron de las grandes brechas de género en los salarios y la protección social.

En lo que se refiere a las mujeres que dirigen empresas, los autores constatan que a nivel mundial, cuatro veces más hombres que mujeres trabajan como empleadores en 2018. Este tipo de brecha de género también se refleja en los puestos de dirección, donde las mujeres siguen enfrentando obstáculos en el mercado de trabajo cuando se trata del acceso a cargos directivos.

“Los persistentes desafíos y obstáculos para las mujeres reducirán la posibilidad de las sociedades de abrir vías para el crecimiento económico con desarrollo social. La eliminación de las diferencias de género en el mundo de trabajo debería seguir siendo una prioridad absoluta si queremos alcanzar la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas de aquí a 2030,” precisó Damian Grimshaw, Director del Departamento de Investigación de la OIT.

Fuente: http://www.ilo.org/

La OIT y la OCDE llaman a aprovechar la contribución de los migrantes a fin de fomentar la transformación económica

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Un nuevo informe muestra que las percepciones negativas de los migrantes con frecuencia son injustificadas ya que su impacto sobre los mercados laborales, el crecimiento económico y las finanzas públicas en los países en desarrollo en general es positivo, aunque relativamente limitado.

PARÍS (OIT/OCDE Noticias) – Los países en desarrollo, que albergan más de una tercera parte de los migrantes internacionales, deben hacer más para maximizar el impacto económico de la migración, señalan el Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un informe conjunto presentado hoy en París.

La percepción de que los migrantes generan más gastos que beneficios está muy difundida, pero raramente se basa en evidencias empíricas.  El informe «De qué manera los migrantes contribuyen a las economías de los países en desarrollo » muestra que las percepciones negativas con frecuencia son injustificadas. El informe señala que los migrantes no constituyen una carga para las economías de los países de destino.  Su impacto sobre los mercados laborales, el crecimiento económico y las finanzas públicas con frecuencia es positivo aunque relativamente limitado.

“Hemos observado que el impacto limitado de los migrantes puede deberse a que gran parte de los países no han aprovechado suficientemente las competencias y experiencia que los migrantes pueden aportar. Las políticas públicas pueden desempeñar un papel crucial para mejorar la contribución de los migrantes al desarrollo de los países de destino”, declaró el Secretario General Adjunto de la OCDE, Masamichi Kono, durante la presentación del informe en la conferencia conjunta del Centro de Desarrollo de la OCDE y la OIT.

Al combinar métodos cuantitativos y cualitativos, el informe «De qué manera los migrantes contribuyen a las economías de los países en desarrollo» analiza empíricamente el impacto de la presencia de los migrantes en diez economías: Argentina, Costa Rica, Costa de Marfil, República Dominicana, Ghana, Kirguistán, Nepal, Ruanda, Sudáfrica y Tailandia.

Según las conclusiones, en la mayoría de los países estudiados los migrantes ostentan tasas de empleo y de participación en la fuerza de trabajo superiores a las de los trabajadores nativos. Sin embargo, la calidad de los empleos que los migrantes ocupan sigue siendo motivo de preocupación, ya que con frecuencia ellos experimentan déficits de trabajo decente. El estudio también evalúa si la presencia de los trabajadores de origen extranjero beneficia o perjudica las oportunidades de empleo para los trabajadores nacidos en el país: si bien los resultados son variables y están íntimamente relacionados con el contexto, el informe muestra que el impacto económico general de la migración es mínimo.

La contribución estimada de los migrantes al Producto Interno Bruto (PIB) varía de cerca de 1 por ciento en Ghana hasta 19 por ciento en la Costa de Marfil, con un promedio de 7 por ciento en los diez países estudiados. La contribución de los migrantes al valor añadido supera la proporción de su población con empleo en cinco países: Costa de Marfil, República Dominicana, Kirguistán, Nepal y Ruanda. En los países donde esto no sucede, las diferencias son pequeñas. En general, es poco probable que la migración tenga un efecto negativo sobre el PIB per cápita.

El análisis de cómo los migrantes afectan el balance fiscal y la calidad de los servicios públicos en los países en desarrollo muestra que los migrantes contribuyen a aumentar los ingresos públicos totales. Sin embargo, este incremento puede no ser siempre suficiente para compensar el gasto público que generan. Este es el caso de dos países Kirguistán y Nepal, donde el déficit es inferior al uno por ciento del PIB. En los otros países estudiados, el impacto fiscal neto directo de los migrantes es positivo pero inferior al uno por ciento del PIB. En general, la contribución fiscal neta de los migrantes tiende a ser positiva pero limitada.

“Todos los países pueden maximizar el impacto positivo de la migración al adoptar políticas coherentes dirigidas a gestionar mejor la migración y a integrar a los migrantes de manera que ellos puedan invertir legalmente y contribuir a la economía donde viven y trabajan y a la vez estar protegidos y tener un vida plena”, declaró Manuela Tomei, Directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT.

El informe describe cinco prioridades políticas para los países de migración a fin de mejorar aún más la contribución de los migrantes a sus economías:

  • Adaptar las políticas de migración a las necesidades del mercado laboral al facilitar el ingreso y ofrecer un número mayor de caminos legales a los migrantes laborales para acceder al empleo, de manera de incrementar el porcentaje de migrantes en situación regular y empleo formal. Vigilar atentamente los indicadores del mercado de trabajo además de desarrollar mecanismos de consulta, en particular con el sector privado, puede apoyar aún más los sistemas de gestión de la migración.
  • Aprovechar el impacto de la migración sobre la economía. Los países de destino podrían considerar la adopción de políticas públicas dirigidas a fomentar la empleabilidad de los migrantes, estimular sus inversiones eliminado los obstáculos a la inversión y a la creación de empresas, y maximizar la contribución fiscal de los migrantes mediante el apoyo al crecimiento del sector formal o la expansión de la base imponible y el pago de las contribuciones para el sector informal.
  • Proteger los derechos de los migrantes y luchar contra la discriminación. Las autoridades públicas, así como las organizaciones de empleadores y de trabajadores, en los países de destino deberían dar prioridad a la protección de los derechos de los trabajadores y a la prevención de cualquier forma de discriminación y racismo.
  • Invertir en la integración de los migrantes. Las medidas políticas deberían ser puestas en práctica desde el momento en que los migrantes llegan, en particular con el apoyo activo de las autoridades locales a fin de favorecer la cohesión social.
  • Supervisar mejor el impacto económico de la migración. Es importante que los países en desarrollo inviertan en mejorar la recopilación de datos relativos a la migración, así como en el análisis del impacto potencial de la migración sobre la economía.

Para solicitar una copia del informe o planificar entrevistas, por favor, póngase en contacto con Bochra Kriout, (bochra.kriout@oecd.org ; T: +33(0)14524-8296) del Centro de Desarrollo de la OCDE y Hans von Rohland (rohland@ilo.org ); T: +4122/799-7916 de la OIT.


El informe y la conferencia que tiene lugar hoy son el resultado de un proyecto conjunto de la Organización Internacional del Trabajo y el Centro de Desarrollo de la OCDE de cuatro años de duración (2014-2018) sobre la Evaluación de la contribución económica de la migración laboral a los países en desarrollo, en tanto que países de destino , cofinanciado por la Unión Europea. 

Fuente: http://www.ilo.org/

OIT: El desempleo y los déficits de trabajo decente permanecerán elevados en 2018

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El informe de referencia de la OIT muestra que si bien la tasa de desempleo mundial se está estabilizando, el desempleo y los déficits de trabajo decente se mantendrán a niveles persistentemente altos en muchas regiones del mundo.

GINEBRA/DAVOS (OIT Noticias) – A medida que la economía mundial se recupera, la población activa continúa aumentando, y por ello en 2018 el desempleo mundial debería mantenerse al mismo nivel del año pasado, señala un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Según el informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo – Tendencias 2018 , la tasa de desempleo mundial se estabilizó después de un incremento en 2016. Se calcula que en 2017 se situó en 5,6 por ciento, con un número total de desempleados superior a 192 millones.

Dado quelas perspectivas económicas mundiales a largo plazo siguen siendo moderadas a pesar que hubo un mayor crecimiento del previsto en 2017, el informe atribuye la tendencia positiva registrada entre 2017 y 2018 al buen desempeño de los mercados laborales en los países desarrollados, donde la tasa de desempleo debería disminuir otros 0,2 puntos porcentuales en 2018 para llegar a 5,5 por ciento, una tasa inferior a los niveles anteriores a la crisis.

Por el contrario, se estima que el crecimiento del empleo no será suficiente para absorber el aumento de la fuerza de trabajo en los países emergentes y en desarrollo, aunque la situación ha mejorado en relación a 2016.

“Aún cuando el desempleo mundial se ha estabilizado, los déficits de trabajo decente siguen estando muy extendidos: la economía mundial todavía no crea empleos suficientes. Es necesario desplegar esfuerzos adicionales a fin de mejorar la calidad del empleo para las personas que trabajan y garantizar que las ganancias del crecimiento sean distribuidas equitativamente”, declaró el Director General de la OIT, Guy Ryder.

El empleo vulnerable aumenta y el ritmo de la disminución de la pobreza laboral disminuye

El informe pone de manifiesto que los importantes progresos alcanzados en el pasado en la reducción del empleo vulnerable se han estancado a partir de 2012. Esto significa que se cerca de 1.400 millones de trabajadores ocupaban un empleo vulnerable en 2017, y se prevé que otros 35 millones se sumen a ellos para 2019. En los países en desarrollo, el empleo vulnerable afecta a tres de cada cuatro trabajadores.

Como dato más positivo, el informe señala que la pobreza de los trabajadores sigue disminuyendo en los países emergentes, donde se estima que el número de personas que viven en condiciones de pobreza extrema debería alcanzar los 176 millones en 2018, lo cual equivale a 7,2 por ciento de todas las personas empleadas.

“Sin embargo, en los países en desarrollo los progresos para reducir la pobreza de los trabajadores son demasiado lentos para compensar el crecimiento de la fuerza de trabajo. En los próximos años, se estima que el número de trabajadores que viven en pobreza extrema se mantendrá por encima de 114 millones, afectando a 40 por ciento de las personas con un empleo en 2018”, explicó el economista de la OIT Stefan Kühn, principal autor del informe.

Los autores destacaron además que las tasas de participación femenina se mantienen muy por debajo a las de los hombres. Además, es más probable que las mujeres tengan empleos de menor calidad y reciban salarios más bajos.

Mirando al futuro, los cambios estructurales y el envejecimiento aumentarán la presión sobre los mercados laborales

Al analizar los cambios en la composición sectorial del empleo, el informe constata que el sector de los servicios será el principal motor del futuro crecimiento del empleo, mientras que sigue disminuyendo en la agricultura y en la manufactura.

Dado que el empleo vulnerable e informal prevalece tanto en la agricultura como en los servicios de mercado, los cambios del empleo previstos entre un sector y otro podrían tener sólo un potencial limitado para reducir los déficits de trabajo decente, si no están acompañados por grandes esfuerzos políticos para estimular la calidad de los empleos y la productividad en el sector de los servicios.

El informe también analiza la influencia del envejecimiento de la población. Muestra que el crecimiento mundial de la fuerza de trabajo no será suficiente para compensar la rápida expansión de la población de jubilados. La edad promedio de la población activa debería pasar de un poco menos de 40 años en 2017 a más de 41 años en 2030.

“Además del desafío que representa un número creciente de jubilados para los sistemas de pensión, una fuerza de trabajo cada más vieja también podría tener un impacto directo sobre los mercados laborales. El envejecimiento podría mermar la productividad y ralentizar los ajustes del mercado laboral después de las crisis económicas”, declaró el Director interino del Departamento de Investigación, Sangheon Lee.

Principales conclusiones regionales

África del Norte

  • La tasa de desempleo debería disminuir de 11,7 por ciento en 2017 a 11,5 por ciento en 2018.
  • El número de personas desempleadas se mantiene estable en 8,7 millones en el contexto de un fuerte crecimiento de la mano de obra.
  • A nivel mundial, la región registra la tasa de desempleo más alta debido a las grandes carencias de empleo para los jóvenes y las mujeres, quienes están significativamente sobrerrepresentados entre los desempleados.

África Subsahariana

  • La tasa de desempleo debería llegar a 7,2 por ciento, permaneciendo básicamente inalterada.
  • El número de desempleados debería aumentar en 1 millón debido a las altas de crecimiento de la fuerza de trabajo en la región.
  • Más de uno de cada tres trabajadores vive en condiciones de pobreza extrema, mientras que casi tres de cada cuatro trabajadores ocupan un empleo vulnerable.

América del Norte

  • El desempleo debería pasar de 4,7 por ciento en 2017 a 4,5 por ciento en 2018.
  • Este es el resultado de una disminución de las tasas de desempleo en Canadá y Estados Unidos.

América Latina y el Caribe

  • La tasa de desempleo debería descender sólo marginalmente, pasando de 8,2 por ciento en 2017 a 7,7 por ciento de aquí a 2019.
  • Habida cuenta que la tasa regional de desempleo era tan sólo de 6,1 por ciento en 2014, la región todavía está lejos de recuperarse completamente de la pérdida de puestos de trabajo registradas en los últimos años.

Estados Árabes

  • La situación del mercado laboral debería mantenerse relativamente estable, con una tasa de desempleo regional que debería disminuir ligeramente para llegar a 8,3 por ciento en 2018 y aumentar nuevamente en 2019.
  • Casi 5 millones de personas estarán desempleadas en 2018, con las mujeres representando casi una tercera parte de los desempleados a pesar que constituyen sólo 16 por ciento de la fuerza de trabajo regional.

Asia y el Pacífico

  • El desempleo debería mantenerse a un nivel bajo en relación al patrón internacional y más bien estable a lo largo del período considerado, en 4,2 por ciento.
  • Esto se debe en gran medida a que se espera que la región siga creando empleos a un ritmo rápido.
  • El número de personas empleadas debería crecer en unos 23 millones entre 2017 y 2019.
  • El empleo vulnerable afecta a casi la mitad de todos los trabajadores en la región, es decir más de 900 millones.

Europa Septentrional, Meridional y Occidental

  • Gracias a una actividad económica mejor de la prevista, se estima que la tasa de desempleo disminuyó de 9,2 en 2016 a 8,5 en 2017, el nivel más bajo desde 2008.
  • Las mayores reducciones en las tasas de desempleo, del orden de 2 puntos porcentuales, debería registrarse en España y Grecia (15,4 por ciento y 19,5 por ciento respectivamente en 2018).
  • La tasa de desempleo debería seguir disminuyendo también en Italia, Irlanda y Portugal, pero a un ritmo más lento que durante el período 2015-2017.
  • Debería permanecer estable en Francia y el Reino Unido, aunque en este último país se estima que aumenté ligeramente en 2019.

Europa Oriental

  • A medida que el crecimiento económico se recupera de manera considerable, la tasa de desempleo debería disminuir, pero sólo moderadamente, pasando de 5,5 por ciento en 2017 a 5,3 por ciento en 2018.
  • Esto refleja el descenso de las tasas de desempleo en países como Polonia, Ucrania y Eslovaquia, cuyo impacto es atenuado parcialmente por las previsiones de un aumento del desempleo en la República Checa.

Asia Central y Occidental

  • La recuperación relativamente fuete del crecimiento económico se está traduciendo en una disminución del desempleo sólo de manera parcial. La tasa de desempleo regional debería permanecer en alrededor de 8,6 por ciento durante 2018 y 2019.
  • El empleo vulnerable se mantiene persistentemente alto, afectando a más de 30 por ciento de los trabajadores en 2017, pero se estima que disminuirá un poco durante 2018 y 2019 (0,6 puntos porcentuales).

 


Una metodología y datos perfeccionados
Las estimaciones mundiales del desempleo y la pobreza de los trabajadores han sido revisadas en el informe 
Perspectivas sociales y del empleo en el mundo – Tendencias 2018 gracias a mejoras relativas a los datos y a las metodologías de estimación, pero las cifras siguen siendo comparables y las tendencias son coherentes ya que esta nueva metodología se aplica también a los años anteriores.

“El perfeccionamiento de la metodología es parte de los esfuerzos continuos de la OIT dirigidos a mejorar la precisión y comparabilidad de los indicadores en todos los países y las regiones”, declaró Steven Kapsos, jefe de la Unidad de producción y análisis de datos de la OIT.

“Si bien el número de desempleados se ha revisado a la baja en comparación con los presentados en el informe de 2017, esa revisión ha sido el resultado del uso de datos y estimaciones mejorados. Las nuevas cifras no reflejan una mejoría del mercado laboral mundial mejor de lo esperado ni tampoco un descenso relevante de las cifras de desempleo», dijo Stefan Kühn.

Fuente: http://www.ilo.org/

La OIT hace un llamado mundial a donaciones para financiar los pisos de protección social

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Por primera vez, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) permite que los particulares, las empresas y las fundaciones hagan donaciones.

GINEBRA (OIT Noticias) – La Organización Internacional del Trabajo (OIT) hizo un llamado a nivel mundial para recibir donaciones a fin de financiar los pisos de protección social en los países de ingresos bajos y medios.

Las donaciones contribuirán a establecer sistemas de protección social sostenibles que podrían cambiar la vida de 400 millones de personas que hoy día están excluidas del beneficio de las prestaciones básicas de seguridad social. Las contribuciones alimentarán el Fondo OIT/Fundación Rey Baudouin para los pisos de protección social.

Hasta 91,5 por ciento de cada donación estará directamente destinada a desarrollar sistemas de protección social en los respectivos países. Con este fondo, la OIT prologará y ampliará su apoyo en el marco de su Programa mundial de referencia sobre el establecimiento de pisos de protección social para todos , que ayuda a los países a alcanzar una protección social universal.

Hoy día, 55 por ciento de la población mundial no tiene acceso a la protección social. El Programa de referencia de la OIT tiene por objetivo ofrecer cobertura a millones de personas que están excluidas de la protección social de aquí a 2030. Desde su lanzamiento en 2016, el Programa ha obtenido resultados tangibles en 14 de los 21 países destinatarios. A fin de proseguir con esta ambiciosa tarea, el Programa necesita cubrir un déficit de recursos de 30 millones de dólares. Un proyecto de la OIT en Camboya – dirigido a extender la protección social de la salud a todos los trabajadores – beneficiará de por sí a 1,1 millones de familias.

“La protección social es algo de lo cual la mayoría de nosotros nos beneficiamos y con frecuencia damos por sentado. No obstante, sigue siendo un privilegio reservado a un número demasiado pequeño de personas. El acceso a la protección social cambia la vida de las personas”, declaró Isabel Ortiz, Directora del Departamento de Protección Social de la OIT.

Ella cita el ejemplo de Regina: su vida cambió después que pudo tener acceso a una pensión de ancianidad . Regina vive en una pequeña aldea de Mozambique. Antes, para sobrevivir dependía de la caridad de sus vecinos y amigos. Desde 2010, ella se beneficia de una pensión social patrocinada por el Estado. Con este subsidio mensual puede comprar arroz, azúcar y sal, y cubrir los gastos de transporte al hospital. Ahora hasta puede mantener a su nieto que vive con ella. “Desde el día que recibí mi primera pensión, soy alguien”, afirmó Regina.

El ejemplo de Regina muestra que la protección social universal es posible. Haciendo una donación hoy, puede cambiar la vida de millones de personas.

¡Done ahora !

¡Gracias!

FUENTE: http://www.ilo.org/

La débil recuperación del mercado laboral juvenil exige una respuesta radical

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A pesar de una reducción significativa del desempleo juvenil desde el momento más difícil de la crisis económica en 2009, la persistencia del desempleo y la falta de oportunidades de empleos de calidad siguen obstaculizando la búsqueda de trabajo decente de los jóvenes.

GINEBRA (OIT Noticias) – Los jóvenes representan más de 35 por ciento de la población desempleada del mundo en 2017, según las últimas estimaciones. La tasa de desempleo juvenil de 13 por ciento en 2016, subirá a 13,1 por ciento este año, dice el informe Tendencias mundiales del empleo juvenil 2017  (Resumen ejecutivo).

La cifra estimada de 70,9 millones de jóvenes desempleados en 2017 constituye una mejora substancial en relación al nivel más alto de la crisis, de 76,7 millones en 2009. Pero se prevé que este número aumente en otros 200.000 en 2018, para llegar a 71,1 millones.

A nivel mundial, el considerable aumento de las tasas de desempleo juvenil entre 2010 y 2016 en África del Norte, los Estados Árabes, y América Latina y el Caribe, ha sido contrarrestado por las mejoras en el mercado de trabajo de los jóvenes en Europa, América del Norte y África Subsahariana.

El crecimiento económico mundial sigue estado desconectado del crecimiento del empleo, y la inestabilidad económica amenaza con revertir los logros alcanzados en materia de empleo juvenil. La relación de las tasas de desempleo jóvenes-adultos apenas ha cambiado a lo largo de la última década, reflejando las profundas y extensas desventajas de los jóvenes en el mercado de trabajo.

El informe señala además las persistentes vulnerabilidades que afectan a las mujeres jóvenes en el mercado laboral. En 2017, la tasa mundial de participación de las mujeres en la fuerza laboral es 16,6 puntos porcentuales inferior a la de los hombres jóvenes. Las tasas de desempleo de las mujeres jóvenes son además significativamente más altas que las de los hombres jóvenes, y la brecha de género en la tasa de jóvenes que no trabajan, no estudian, ni reciben formación es aún más amplia. A nivel mundial, esta tasa es de 34,4 por ciento entre las mujeres jóvenes, frente a 9,8 por ciento entre los hombres jóvenes.

Es fundamental hacer frente a estos persistentes desafíos sociales y del mercado laboral que enfrentan los jóvenes, mujeres y hombres, no sólo para alcanzar el crecimiento sostenible e inclusivo sino también para el futuro del trabajo y la cohesión social.»

Deborah Greenfield, ILO Deputy Director-General for Policy

En 2017, 39 por ciento de los trabajadores jóvenes en el mundo emergente y en desarrollo – 160,8 millones de jóvenes – viven la pobreza extrema o moderada, es decir con menos de 3,10 dólares al día. Hoy día, más de dos de cada cinco jóvenes de la población activa están desempleados o son trabajadores pobres, una dramática realidad que tiene un impacto en todas las sociedades del mundo.

Para muchos de estos jóvenes, su presente y su futuro se encuentran en la economía informal. A nivel mundial, tres de cada cuatro mujeres y hombres jóvenes, están empleados en la economía informal, frente a tres de cada cinco adultos. En los países en desarrollo, esta relación es tan alta como 19 de cada 20 mujeres y hombres jóvenes.

Por consiguiente, el desafío del empleo juvenil no consiste sólo en crear empleos, sino también – e incluso más – en la calidad del trabajo y el empleo decente para los jóvenes.

“Es fundamental hacer frente a estos persistentes desafíos sociales y del mercado laboral que enfrentan los jóvenes, mujeres y hombres, no sólo para alcanzar el crecimiento sostenible e inclusivo sino también para el futuro del trabajo y la cohesión social”, declaró Deborah Greenfield, Directora General Adjunta de Políticas de la OIT.

Otras conclusiones

El informe constata además que entre los sectores que registraron la mayor tasa de crecimiento del empleo juvenil en las últimas décadas figuran las finanzas, el comercio y la salud. Los jóvenes tienen relativamente mayor facilidad con la tecnología que los trabajadores mayores y cada vez más la aprovechan para ganarse la vida, aunque hay diferencias entre una región y otra en función de la difusión y el acceso digital.

Las competencias requeridas también están cambiando. Se constata una disminución en la demanda las competencias de nivel medio mientras que la de trabajadores altamente calificados y poco calificados está aumentando, lo cual contribuye con una mayor polarización del mercado de trabajo. La demanda por jóvenes muy calificados ha aumentado considerablemente en los países de altos ingresos, mientras que en los países emergentes y en desarrollo el aumento se refiere a los trabajadores poco calificados. El empleo de los jóvenes semicalificados se contrajo en la mayoría de los países en todos los niveles de desarrollo. Esta tendencia hacia la polarización del empleo podría acentuarse con las nuevas tecnologías y exacerbar las desigualdades existentes.

Un número creciente de jóvenes en busca de trabajo y de jóvenes emprendedores se dirigen a Internet – es decir, la economía de las plataformas y de las ocupaciones transitorias – donde encuentran nuevas y diversas formas de empleo, como el trabajo de colaboración horizontal por Internet, que pueden ofrecer flexibilidad y ampliar las oportunidades de generar un ingreso. Sin embargo, existen riesgos importantes como los bajos ingresos, la falta de garantía de continuidad del empleo o el ingreso, y la falta de acceso a las prestaciones sociales relacionadas con el trabajo.

Los jóvenes con frecuencia comienzan su vida laboral en empleos temporales sabiendo que es posible que no llegarán nunca a obtener la “seguridad del empleo”. Los jóvenes tienen mayores probabilidades de pasar a un empleo estable y satisfactorio en las economías desarrolladas y emergentes que en los países en desarrollo. Es esencial invertir más en la educación de calidad y en el desarrollo de competencias, ya que el informe constata que mientras más tiempo una persona joven estudia, más breve será su período de transición hacia el empleo.

El informe hace un llamado a favor de políticas que tengan en cuenta los rápidos cambios en el contorno del mundo del trabajo impulsados por la tecnología y que permiten a las mujeres y hombres jóvenes estar un paso adelante.

“Invertir en mecanismos de aprendizaje permanente, en las competencias digitales y en las estrategias sectoriales que amplíen la creación de empleos decentes y hagan frente a las vulnerabilidades de las personas más desfavorecidas deberían ser las prioridades de las políticas nacionales”, declaró Azita Berar Awad, Directora del Departamento de Política de Empleo de la OIT .

El informe recomienda la creación de asociaciones en el marco de la Iniciativa Global sobre Empleo Decente para los Jóvenes , la plataforma mundial para intensificar la acción a favor del empleo juvenil en apoyo a la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible .
Fuente: http://www.ilo.org/